Estudio del entorno y del puesto de trabajo
Aunque la profesión de peluquero puede parecer a priori una profesión sencilla y sin riesgos la realidad es otra. Los peluqueros y peluqueras se encuentran durante gran cantidad de horas en un entorno laboral en el que en ocasiones ni ellos mismos se dan cuenta de los riesgos o problemas ergonómicos a los que se enfrentan, tanto a corto como a largo plazo.
Uno de los factores más problemáticos en las peluquerías es la ventilación. Las peluquerías suelen ser negocios con locales no muy grande donde la ventilación suele escasear. Durante muchas horas del día los peluqueros están expuestos a productos químicos que pueden desprender olores desagradables y nocivos, sin una buena ventilación se puede contaminar el ambiente y perjudicar la salud tanto de los peluqueros como de los clientes.
Otro aspecto a tener en cuenta es el espacio disponible del puesto de trabajo. Mientras que algunas peluquerías poseen espacio suficiente para que el peluquero se desplace de lado a lado para realizar su trabajo, otras son espacios reducidos en los que tanto el profesional como el cliente tienen problemas para moverse y pueden poner en peligro su integridad física.(1)
En cuanto a iluminación las peluquerías se encuentran generalmente bien provistas. La mayoría de peluquerías hoy en día poseen buena luz natural que permiten evitar la fatiga visual del peluquero. Las que por diferentes motivos no tienen una fuente adecuada de luz natural suelen disponer de lámparas y focos necesarios para el correcto desarrollo de la función del profesional.
Sin embargo, otro factor que está presente en la mayoría de peluquerías y que es difícil de controlar es el ruido. Las peluquerías suelen encontrarse en avenidas o calles muy transitadas tanto por personas como por vehículos, esto propicia grandes vibraciones y ruidos durante la jornada laboral, favoreciendo la aparición de migrañas en casos extremos.
Podríamos concluir diciendo que las peluquerías son entornos en los que existen más riesgos de los que se piensa y es fundamental tratar de minimizarlos para así conseguir un desarrollo del trabajo efectivo y saludable.(2)
BIBLIOGRAFÍA
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